Brüder sabía que había llegado el momento de un cambio. Era hora de un rebranding, combinando el espíritu rebelde de la cultura urbana con la auténtica maestría de la parrilla argentina.
Con su quinto aniversario a la vuelta de la esquina, Brüder1906 estaba listo para valerse por sí mismo, y así nació la marca Brüder. El rebranding lo cubrió todo: desde la identidad visual hasta las cartas, plantillas para redes sociales y la web. Construimos un sistema de marca completo que se siente atrevida y fiel al espíritu callejero que define a Brüder. ¿El resultado? Una marca con actitud, que aumentó la fidelidad de los clientes y elevó la facturación en un 20 %.
Nacido en 2020 bajo el nombre Brüder1906, este Street Steak House fue de los primeros en abrir sus puertas justo después de la pandemia. La idea vino de dos hermanos argentinos, Sebastián y Gastón, que desarrollaron su restaurante alrededor del fuego y la artesanía. Su filosofía de “con la parrilla por delante” hablaba por sí sola.
Con el paso de los años, Brüder1906 se hizo conocido en la zona por la calidad de su carne, sus hamburguesas jugosas y un ambiente cercano donde los amigos podían reunirse para disfrutar de buena comida y bebida. En 2025, Brüder1906 estaba listo para evolucionar su marca e identidad. El “1906”, de Estrella Galicia, quedaba atrás, dejando a Brüder libre para consolidarse por sí mismo.
Con su quinto aniversario acercándose, Brüder vio en esta fecha una oportunidad para avanzar. Era el momento de un rebranding. La decisión de dejar atrás el “1906” no era solo un cambio de nombre, era una declaración de independencia. Querían seguir por su cuenta, volver a conectar con antiguos clientes y despertar el interés de un nuevo público.
El objetivo estaba claro: convertir la marca en un verdadero Street Steak House que respirara los valores esenciales de Brüder. Ser rebelde y con humor, pero cercano, con el auténtico saber hacer argentino sin necesidad de decirlo en voz alta. Brüder necesitaba un rebranding que estuviera a la altura de su trabajo y les ayudara a dar el siguiente paso.
El rebranding comenzó de la forma más Brüder posible: una charla rápida en la acera, justo frente al restaurante mientras lo renovaban. Sin salas de juntas, sin rollos. Solo necesitábamos una visión clara y que todos remáramos en la misma dirección. El briefing fue breve pero contundente: dejar atrás “1906” y crear una marca que encajara con la nueva decoración, el menú y la vibra. Hacerlo Brüder.
Nos lanzamos de lleno al diseño, usando su concepto de “Street Steak House” combinado con el auténtico saber hacer argentino como guía. Creamos una identidad visual basada en la confianza y la fuerza, que complementamos con un tono y un mensaje de marca rebeldes y fieles al espíritu callejero que caracteriza a Brüder.
Transformamos cada parte de la experiencia del cliente, empezando por el logo: seguro, contundente e inmediatamente reconocible. La paleta de colores evolucionó, dejando atrás el 1906 y adoptando el negro carbón y el rojo fuego como símbolos de carácter, suavizados con un beige cálido. El sistema tipográfico combina fuentes limpias y fáciles de leer para las cartas y elementos funcionales, con tipografías más expresivas para títulos y mensajes que debían sonar con fuerza.
Diseñamos un conjunto de sellos personalizados con un estilo desgastado, que transmiten mensajes breves de la marca. Algunos incluso incorporan los nombres de Sebastián y Gastón para reforzar la cercanía y el lado humano de Brüder. Las cartas se renovaron por completo, con un diseño más simple y mensajes más potentes. El formato también se transformó para alinearse con su estilo callejero actualizado. Los posavasos, la cartelería, los uniformes y los salvamanteles desechables adoptaron la misma estética atrevida y coherente.
La web llevó la experiencia completa al entorno digital, para que los clientes pudieran consultar la carta, hacer reservas y hacerse una idea del ambiente de Brüder antes de llegar. También creamos plantillas para que el equipo de Brüder las usara en redes sociales y pudiera publicar fotos, promociones y novedades sin perder la coherencia visual de la marca.
La implementación del rebranding fue al mismo tiempo que la renovación del restaurante y, para el momento de su aniversario, cada punto de contacto ya había sido trabajado, logrando que la marca se sintiera completa, renovada y, al mismo tiempo, auténtica y familiar.
A los pocos meses del rebranding, las ventas de Brüder subieron un 20%, y con ellas también la cantidad de clientes recurrentes. Los habituales de siempre regresaron, motivados por la nueva propuesta de marca y oferta gastronómica, mientras que nuevos clientes se acercaron por curiosidad. El verdadero logro fue la alineación: ahora la marca representa a la perfección quién es Brüder y en qué cree. Una charla improvisada en la puerta del restaurante se convirtió en un momento clave de su historia, abriendo el camino hacia un nuevo crecimiento y reconocimiento.
